
Qué tipos de backups existen y cuál es el mejor para tu sitio web
Qué es un backup
Un backup, o copia de seguridad, es una réplica de los datos de tu sitio web almacenada en otro lugar seguro, con el fin de poder restaurarlos en caso de pérdida, errores técnicos, ataques cibernéticos o cualquier otro fallo. Tener una copia de respaldo es crucial para evitar la pérdida total o parcial de información valiosa de tu web.
Tipos de backup
Existen varios tipos de backup, cada uno con sus ventajas según la frecuencia con la que realices las copias de seguridad y la cantidad de espacio de almacenamiento disponible. A continuación, te explico los más comunes:
Backup completo
Es una copia exacta de todos los datos de tu sitio web. Este tipo de backup es fácil de restaurar, ya que contiene toda la información en un solo archivo. Sin embargo, requiere mucho espacio de almacenamiento y puede tardar más tiempo en completarse, sobre todo en webs grandes. Se suele realizar como primera copia de seguridad, y posteriormente se complementa con otros métodos más eficientes.
Backup incremental
Solo guarda los cambios realizados desde el último backup (completo o incremental). Es más rápido y utiliza menos espacio que el backup completo, ya que solo copia los archivos nuevos o modificados. Sin embargo, al restaurar, se necesita la copia completa inicial más todos los incrementos, lo que puede hacer que la restauración sea más compleja y lenta.
Backup diferencial
Este tipo de backup también guarda solo los cambios, pero en este caso, registra todas las modificaciones realizadas desde el último backup completo, no solo desde el último backup diferencial. Al restaurar, solo se necesita la copia completa y la última copia diferencial, lo que simplifica la recuperación comparado con el backup incremental.
Dónde almacenar los backups
Es fundamental que las copias de seguridad no se almacenen en el mismo servidor que aloja tu sitio web, ya que si el servidor falla, también podrías perder las copias. Las opciones más comunes incluyen:
- Almacenamiento local (discos duros externos, servidores físicos): útil si prefieres un control total, pero con riesgos en caso de fallos de hardware o robos.
- Almacenamiento en la nube (Google Drive, Amazon S3, Dropbox): flexible, escalable y accesible desde cualquier lugar. Además, muchos servicios de nube incluyen medidas de seguridad avanzadas.
- Servidores remotos: alquilar un servidor externo solo para tus backups puede ser una opción ideal para sitios más grandes o con necesidades empresariales.
Periodicidad de los backups
La frecuencia con la que debes realizar los backups depende de la actividad y la cantidad de cambios que ocurren en tu sitio web. Algunos puntos clave para definir tu periodicidad:
- Sitios con actualizaciones frecuentes (blogs, tiendas online): deberías realizar copias de seguridad diarias o incluso más frecuentes, dependiendo de cuántos datos se generen.
- Sitios con cambios ocasionales: podrías optar por realizar backups semanales o mensuales.
- Automatización: Es recomendable usar herramientas o plugins que permitan programar copias automáticas para evitar la pérdida de información por olvidos.
Extras a tener en cuenta
- Versionado de backups: Mantener varias versiones de tus copias de seguridad te protege en caso de que un error o archivo corrupto ya esté presente en las últimas versiones. Poder acceder a versiones anteriores puede ser crucial.
- Prueba de restauración: No basta con hacer backups, también debes probar periódicamente que puedes restaurarlos correctamente. De nada sirve tener copias de seguridad que no pueden ser recuperadas cuando las necesitas.
En definitiva, la mejor estrategia de backup para tu sitio web dependerá del tamaño de tu web, la frecuencia de cambios y el nivel de riesgo que quieras asumir. Para la mayoría de las webs, una combinación de un backup completo semanal o mensual junto con backups incrementales diarios suele ser una solución efectiva, almacenados en la nube o en un servidor remoto seguro.